miércoles, 17 de diciembre de 2008

EL CASTIGO Y EL SINDROME DEL EMPERADOR

Ayer terminó una miniserie llamada: El Castigo; dirigida por Daniel Calparsoro que trata de una historia real ocurrida en España y que trata sobre una Organización encargada de reeducar a niños conflictivos, especialmente a los que sufren el Síndrome del Emperador.

Este síndrome los sufren jóvenes, menores de edad que se rebelan contra la autoridad paterna o materna usando para ello la violencia y/o la intimidación. En la serie, este síndrome aparece de una manera muy light pero ratificando aquello que se dice sobre que la realidad supera la ficción: los casos reales son mas terribles.

Esta organización de reeducación que en la Serie se llama Nuevo Despertar reeduca a los jóvenes utilizando castigos para que corrijan su comportamiento y aprendan a convivir con la autoridad, sin embargo estos castigos van más allá de la propia definición de la palabra ya que tortura, vejación y lesiones,... son mas acertadas en su aplicación.

El origen de estas organizaciones, que yo sepa, se sitúa en Alemania donde padres con hijos afectados por este Síndrome los entregaban a dichas organizaciones que los llevaban a lugares aislados y hacían todo lo necesario para devolver a los niños sumisos y obedientes. (Como si llevaras el coche a reparar). La necesidad de estos padres hace replantearme una cosa y es el propio comportamiento de los padres que optan por entregar a sus hijos para que supuestamente hagan con ellos lo que los padres deberían haber hecho en su momento pero que no hicieron por falta de tiempo, y falta de personalidad y/o autoridad, vagancia y bueno, que mas voy a decir; estoy seguro de que conocéis al tipo de padres al que me refiero; quizá vosotros mismos. No voy a plantear una solución a este tipo de conflictos porque no es mi profesión pero si es verdad que me he dado cuenta de que se pueden aplicar, dentro del ámbito familiar, determinadas pautas comunes que aplican los psicólogos y profesionales e incluso El encantador de perros. Esto, no es una solución definitiva pero como padres debemos intentar que el porcentaje de éxito en la educación de nuestro hijos sea lo mas alto posible y esto lleva consigo irremediablemente y , aunque algunos no estén dispuestos, más sacrificio por nuestra parte que por la de los hijos.

En primer lugar quiero comentar que a pesar de que en la serie aparecen niños pijos (pijos de los que tienen pasta, no pijos gilipollas o intento de pijos que es peor); este síndrome aparece al margen de los medios económicos de los que dispongas y para ello a continuación voy a mostraros un Decálogo que sirve para que vuestro hijo se transforme en un delincuente (última fase del Síndrome del Emperador) y leed lo con atención ya que muchos problemas son mas por omisión que por acción, es decir por pasar de todo porque estamos cansados o porque acabamos de llegar de trabajar o porque hace mucho tiempo que no les vemos. Este Decálogo lo escribió un Juez de Menores de Granada llamado Emilio Calatayud así que supongo que algo mas que nosotros sabrá de la realidad que de ficción:

1. Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.

2. No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.

3. Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.

4. No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.

5. Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.

6. Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.

7. Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.

8. Déle todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.

9. Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.

10. Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.

Tras esto podemos establecer unas pautas de comportamiento que servirán a los padres, que son los culpables en la mayoría de los casos del comportamiento de su hijo y se les reconoce por decir frases tales como: ES QUE TU HIJO TE HA SALIDO BUENO y similares.

Hay que tener algunos puntos claros y definidos en los que no vale flexibilidad alguna tal y como existen en un Estado de Derecho como el nuestros como son la vida, la libertad, la igualdad, etc y aunque el Estado de Derecho no los garantice usted si puede.

En su casa puede establecer también algunos valores de este tipo que según como quiera educar a su hijo pueden variar pero una vez establecidos son inamovibles como por ejemplo: A MAMA NO SE LE PEGA, A MAMA NO SE LE INSULTA O NO SE LE GRITA y da igual la justificación que pueda utilizar el niño que incluso puede recurrir a la mentira y hacerlo conlleva un castigo.

Hay que establecer una rutina estable y flexible; con flexible quiero decir que puede variar pero esas variaciones son siempre excepcionales y nunca marcarán una segunda rutina por ejemplo: LAVARSE LOS DIENTES Y A LA CAMA A LAS 21.00; y si por ejemplo el niño se acuesta un sábado a las 23.30 porque ha visto CLONE WARS pues a las 23.35 se lava los dientes y a la cama.

Hay que cumplir las amenazas aunque y/o los castigos, y un Estado Democrático también hay castigos, de hecho hay una cosa llamada CÓDIGO PENAL que está lleno con una doctrina llamada IUS PUNIENDI. Si le dices a tu hijo: "Si te portas mal no te llevo al parque" y resulta que vas a ir al parque de todas maneras porque has quedado; no pierda el tiempo con esa amenaza usa otra real y posible como: "Si no cuidas tus cosas te tiro a la basura tu coche favorito"; y si no le hace caso, tírele a la basura su coche favorito y no se lo devuelva nunca hasta que se merezca que le compres otro (no el mismo). No le vas a crear ningún trauma a pesar de berrinche; cuando vea que el berrinche no le devuelve el coche dejará de llorar y cuidará sus cosas ya que es la única forma de conseguir otro coche que sea su favorito. otra vez. Esto último parece difícil y lo pero para los padres que tienen que aguantar durante dos horas el berrinche de su hijo sin prestarle atención para que aprenda que ese no es el camino adecuado; pero mejor será aguantar tres horas durante un día o incluso una semana que estar siempre pendiente del crío para que no tenga un berrinche en el momento menos adecuado y por cualquier cosa que para el niño sea justificación.

Valore lo que hace el niño en base a la progresión del niño y no a la usted crea: Si toda la clase sabe pintar y su hijo no y tras seis meses su hijo lo consigue valórele lo conseguido de forma individual (sin decirle que es el mejor porque no lo es) pero sin llegar a valorar la mediocridad, es decir, que el niño le de una excesiva importancia a algo conseguido que no lo sea por su propios medios: Ganar una carrera haciendo trampas; Calcar o copiar un dibujo,... y enséñele que para conseguir retos difíciles es necesario realizar algunos sacrificios si son necesarios.

Si tras realizar todo esto su hijo le sale un delincuente de todas maneras solo le queda el consuelo de decir que ha hecho todo lo que ha podido y que sea verdad ya que hay muchos padres que lo dicen pero no lo hacen y me refiero a las omisiones de antes.

Y para terminar si puedo asegurar una cosa aplicando todo lo anterior: si su hijo le sale un delincuente al menos no será un malcriado o un maleducado; será como EL DUQUE, delincuente pero educado y al que todo se le perdona.

Ah y otra cosa y si su hijo le ha salido bueno no pierda el tiempo leyendo esto porque no es para usted es para los niños normales; los de verdad no los de ficción.